23 de marzo de 2013

[Análisis] Fire Emblem: New Mystery of the Emblem - Heroes of Light and Shadow.


Aunque pueda parecer más un retro-análisis, ya que estamos hablando de un juego lanzado en 2010, el "pequeño problema" con Nintendo, que decidió no sacar este título de Nintendo DS fuera de Japón, hacía que fuera inviable de disfrutar salvo que tuvieras un gran conocimiento del japonés.

Por fortuna, el grupo de fans de HeroesofShadows.net se ha estado dedicando a la traducción de este título desde que salió de Japón y hace unos meses por fin la pudieron finalizar, así que no perdí la oportunidad de comprobar qué ofrecía este nuevo capítulo de la historia de Marth.

En realidad, este Fire Emblem es casi un Pokémon Edición Blanca/Negra 2, es decir, Fire Emblem: Shadow Dragon (NDS, 2008) con otra historia, algún personaje nuevo, un par de novedades y poco más, el título es casi igual a su predecesor. Eso sí, ya se puede ver el avance que se estaba realizando con el tema de las relaciones entre los personajes que nos llevaría a lo que veremos en Fire Emblem: Awakening, que llegará a Europa el próximo 19 de abril. 

Pero no adelantemos acontecimientos:




No saber cómo se juega a un Fire Emblem, a estas alturas, parece complicado, pero nunca viene mal explicarlo. Este título es un RPG estratégico en el sentido más estricto de la palabra. Es decir, no tendremos decenas de clases, habilidades o creación de personajes para ayudarnos en la batalla, como pasa en los Disgaea o los Final Fantasy Tactics: Aquí tendremos unos personajes fijos (Que iremos reclutando en el transcurso de la aventura), cada uno con una de las cerca de 30 clases disponibles en el juego (Contando evoluciones) y sin más "artificios" que el simple ataque-contraataque.

Evidentemente, hay muchos más factores que entran en juego, como el arma que llevemos (Cada una con una potencia/duración/rango distintiva) que establece un sistema de piedra-papel-tijeras entre las más comunes (Espada>Hacha>Lanza>Espada), las debilidades (Magia>Armadura o Flecha>Voladores), el movimiento, la esquiva o el porcentaje de golpes críticos, lo cual hace que el factor suerte pueda ser clave en más de una batalla.

En general, este sistema simple hace que sea muy fácil cogerle el punto al juego, pero también impide que se puedan realizar ciertos abusos o que te puedas confiar, ya que si colocas a una unidad en mala posición lo pagas con su muerte (O retirada, si usas el nuevo sistema "para novatos"). Desde luego, hay ciertas clases que pueden ganarte una batalla gracias a su resistencia (Paladines, Infantería Pesada, Guerreros, Campeones o el mismo Marth pueden aguantar hasta 4-5 ataques normales sin morir), pero hasta para eso el juego tiene un remedio: El límite de nivel al 20 (Contando evoluciones, se podría decir que el límite real sería el 40, pero es difícil tener tanta paciencia) para las unidades comunes, 30 para las especiales, hace que si abusas demasiado de una unidad, ésta "malgaste" la experiencia que podría ganar cualquier otro personaje si derrotara a ese mismo rival. 

 Con tanta gente controlable, tampoco es plan de jugar solo con los mismos, ¿verdad?

Tampoco es que sea muy importante, pero cuando tienes hasta 74 personajes controlables, el límite por combate es de solo 12 y, lo más importante y novedad de esta entrega, profundizas en la historia de cada uno al hacerlos participar en batalla, te da "cosica" malgastar puntos de experiencia a lo loco.

En lo que respecta al transcurso del juego en sí, comenzamos creando a nuestro propio personaje, que será nuestro punto de vista en la historia (Aunque su personalidad es lo más robótico del mundo) que, de nuevo, estará protagonizada por Marth.

Con más de 30 capítulos (Contando prólogos y combates especiales) por delante, nos tocará ir combatiendo y mejorando con los miembros de nuestro ejército hasta derrotar al jefe de turno y, con Marth, tomar el punto final (Lo cual es algo engorroso, sobre todo si le has tenido que mandar a la otra punta del mapa a visitar una ciudad o reclutar a una unidad). Para facilitarnos las cosas, pulsando el botón X podemos ver el rango de alcance de todos los enemigos, lo cual viene genial para el factor estratégico. Además, el sistema es muy personalizable y podemos elegir las unidades de las que queremos o no queremos conocer su rango. Vamos, que será difícil que nos ataquen por sorpresa más enemigos de los que nos esperábamos.

La otra gran novedad: Una pantalla de preparación perfecta.

Quizás lo más llamativo con respecto al juego anterior es la mejora de la pantalla de preparación antes de la batalla. Ahí, además de organizar el inventario, elegir las unidades que vamos a usar o planificar el combate, también podemos cambiar la clase de nuestras unidades (Algo bastante absurdo, para mi gusto), comprar equipo simple, hablar con los miembros del ejército (Que nos recordarán lo que tenemos que hacer, darán pistas sobre cómo reclutar a cierto personaje o profundizarán en su personalidad si los usamos mucho, pudiendo obtener premios como pociones que fortalecen las estadísticas de una unidad durante todo el combate), obtener ventajas aleatorias (EXP extra, objetos cutres y cosas así) por mantener la consola apagada, revisar las relaciones de todos los personajes y, lo más importante, entrenar a nuestras unidades, lo cual resultará bastante práctico para los que sean más lentos, los reclutes más tarde o, simplemente, no quieras meter en combate hasta que no sean algo más eficientes.
Gracias a esta pantalla, será casi imposible que empieces un combate y no estés preparado para el mismo.


De vuelta a la reconquista.

Ha pasado un año desde la derrota de Medeus en Shadow Dragon y Altea se prepara para su reconstrucción, ejército incluido. Ahí es donde entra nuestro personaje, nuevo recluta de la recién formada 7ª División, del que vamos conociendo a sus aliados y gestas en el transcurso del prólogo, hasta que un súbito ataque al castillo nos revela que la paz está lejos de establecerse.

Así dará comienzo una nueva aventura en la que tendremos que recorrer de nuevo el mundo conocido para solventar los conflictos que ponen en riesgo la estabilidad lograda tras la derrota del Dragón Oscuro.

Hay que decir que casi todo lo que se cuenta es bastante predecible y que, además, aunque no recordemos mucho de los acontecimientos en el juego anterior, la gran guía de relaciones nos pondrá en situación sin ningún problema, lo cual hay veces que roza el spoiler, como el caso de Sirius/Camus. xD

Con esta guía resulta imposible perderse.

Poco a poco, iremos reencontrándonos con todos los personajes de la anterior aventura, a veces como aliados, otras como rivales temporales hasta que les convencemos con alguna charla de un personaje concreto hasta formar un grupo gigantesco que tiene que acabar con la aparente locura del antiguo aliado Hardin y los planes malvados relacionados con los dragones, Anri y el mismísimo Fire Emblem.

A pesar de las vueltas que da la historia y la posibilidad de hablar un poco más con los aliados que usamos en combate para profundizar en su personalidad, está claro que el título no es que destaque demasiado en este apartado. La historia cumple, sin más y se echa en falta ese "pasito más" que haga que forjar una relación con los diferentes personajes sirva para algo más que para saber un poco más de ellos. Vamos, lo que sí veremos en Fire Emblem: Awakening.



Música y efectos sonoros que acompañan, quedan bien, pero poco más. No tendremos temas especialmente épicos, voces o detalles extra que hagan que este apartado destaque lo más mínimo.

Eso sí, igual los más fans de la serie disfrutarán con el regreso de ciertos temas recurrentes.



Imágenes fijas en las conversaciones previas y posteriores del combate, sprites pequeños pero reconocibles de las miniaturas que participan en él y un cambio de cámara con una vista lateral para cuando dos personajes combaten entre sí.

No es que haya demasiadas diferencias en este Fire Emblem con respecto al anterior de NDS. Muchos mapeados, retratos y diseños en general son reciclados de la anterior aventura, otros son bastante clónicos y los pocos nuevos, aunque destacan por su mayor nivel de detalle, no brillan tanto porque aparecen en una de las partes más complicadas del título y no estamos como para contemplar el paisaje. Quizás lo más llamativo en este aspecto es que los combates son un poco más rápidos y se pueden saltar las animaciones, por si solo os interesa combatir sin más.

Es decir, el juego es, en este apartado, casi igual que el Shadow Dragon que salió en 2008. Tampoco es que se pueda criticar mucho, ya que Nintendo DS no puede dar mucho más de sí, pero igual hubiera estado bien evolucionar un poco más este apartado.


Un golpe crítico, lo más deseado en este juego... Salvo que se lo hagamos a una unidad que queremos reclutar.

Los Fire Emblem nunca son juegos fáciles. A pesar de su simplicidad y la cierta ventaja en niveles y equipo que muestra nuestro grupo, generalmente luchamos en desventaja numérica, con tiempo límite, armas muy desgastadas y, lo más importante, contra una IA que no va a desaprovechar ni una oportunidad de matarnos al miembro más débil.

Esta dificultad, acompañada por el sistema de muerte permanente, hacía que los más inexpertos o impacientes pudieran abandonar el juego en una cierta misión en la que la supervivencia de todo nuestro grupo, a la vez que reclutábamos a nuevos miembros, fuera una quimera. 

Por fortuna, este título ofrece mucha variedad en este apartado y a los 4 modos de dificultad (De Normal a Lunático) se le suma la posibilidad de eliminar el sistema de muerte permanente, por lo que ya no tendremos que reiniciar la partida tras un error/golpe de mala suerte.

 Ya no será necesario trucar el juego para cargarnos con pociones que nos hagan bestias imparables.

Esta nueva función, que los más veteranos (Como un servidor) no activarán por principios, resulta ideal para los que quieran disfrutar del juego sin más y combina muy bien con los tres bloques de guardado disponibles y la posibilidad de guardar en mitad de un combate gracias a una especie de "puntos de control" situados en puntos estratégicos del mapeado.

Como siempre, otro punto extra de la dificultad será el sistema de reclutar, en pleno combate, a alguno de nuestros rivales. Puede parecer sencillo eso de acercarse a un enemigo y, en vez de pegarle, darle a hablar, pero muchas veces la cosa se complicará porque lo reclutaremos en un sitio donde acabamos rodeado de enemigos, porque tendremos que usar a un personaje concreto que, si no hemos usado, correrá un gran peligro de ser asesinado o porque, al fin y al cabo, son nuestros enemigos hasta que les convencemos y como no nos andemos con ojo es muy posible que les matemos sin querer. 

Por fortuna, en casi todos los casos nos dirán de antemano (Mediante una conversación o la lectura de las relaciones de ese personaje en la Guía) a quién tendremos que usar para reclutar a cada personaje, así que no será un juego de ensayo y error como pasaba en otros Fire Emblem, en los que no sabías que X era familiar de Y.

Vamos, que tenemos la dificultad de siempre, incluso con un poquito más de picante para los expertos, combinada con ciertas facilidades muy prácticas o el modo de juego sin muertes, ideal para los que quieran pasar un buen rato sin más complicaciones.


No, Sirius nunca nos dirá que es quien todos sabemos que es.

Completar la aventura en el modo de dificultad normal, reclutando a todos los miembros posibles y sin ninguna baja, nos llevará algo más de 20 horas o quizás más, si nos matan a alguien justo cuando estábamos a punto de acabar la batalla.

La duración es más que adecuada para un juego de este estilo y se asemeja mucho a la del resto de esta serie, si bien habría que añadirle los muchos extras que tendremos a nuestra disposición, como unos retos en los que tendremos que revivir los acontecimientos de la guerra anterior desde otro punto de vista (Con una dificultad desquiciante) o un multijugador online, muy mejorado en esta entrega y que nos permite lograr objetos o misiones extras con los que alargar la duración del título.

Eso sí, la mayoría tendremos que descargarlos a mano, porque Nintendo no ofrece descargas oficiales en occidente de juegos que no han salido de Japón. xD


Por cierto, los detalles en japonés que habéis visto en muchas imágenes proceden de versiones previas de la traducción, en la versión actual todo está en inglés.

Fire Emblem: New Mystery of the Emblem - Heroes of Light and Shadow (Arf, arf) resulta un juego ideal para los fans de la serie o los que se quedaron con ganas de disfrutar más tiempo de las peripecias de Marth.

Sus novedades resultan muy prácticas e incluso puede que definitivas para que ciertos jugadores se dignen a probarlo, pero tampoco resulta un título imprescindible en la serie. 

Una continuación no muy necesaria, acontecimientos y localizaciones que se repiten, aspecto general del juego casi igual al de Fire Emblem: Shadow Dragon... El que espere algo diferente, que vaya reservando Fire Emblem: Awakening en Nintendo 3DS, pero teniendo en cuenta que este título es para Nintendo DS y solo está disponible en inglés para los que no se van a gastar un euro en comprarlo, eso de quejarse estaría bastante feo.

  • + Los diferentes modos de dificultad hacen que el juego sea apto para cualquier tipo de jugador.
  • + Todo va un poco más rápido que Shadow Dragon.
  • + La pantalla previa al combate nos permite hacer todos los preparativos a las mil maravillas.
  • + El sistema de Guía y relaciones, aunque en un estado muy embrionario y con pocos alicientes reales para el combate, resulta un interesante avance del próximo Fire Emblem: Awakening.
  • - No es tan variado como otros SRPG. Podría considerarse incluso anticuado.
  • - Muuuuuchos personajes que, en la mayoría de los casos, solo reclutaremos "porque sí" y, luego, no participarán en ninguna batalla.
  • - El "Marthcentrismo" de muchos combates, que hace que él sea el único que puede reclutar a ciertas unidades, visitar las ciudades y tomar los castillos para finalizar la fase, lo cual puede alargar absurdamente algunos mapeados.
  • - Algunos requisitos para reclutar a ciertos personajes (Elren y toda la antigua división de Hardin) son extremadamente complejos.

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