A estas alturas, reconocer que el género RPG no es el más popular del mercado no debería sorprender a nadie. Sí, por supuesto, tenemos grandes excepciones y títulos que han vendido tanto (o más) que otros que se suponen éxitos y líderes absolutos de otros géneros más llamativos para el gran público, pero la sensación general es que los RPGs, junto a otros juegos "donde hay que leer y comprender mucha cosas", como Novelas Visuales o títulos de estrategia, provoca cierto rechazo en cierta gama de jugadores que sólo busca el entretenimiento más directo de forma continuada.
Y es que hay que darse cuenta que este género es algo así como la literatura frente a otros medios, como pueden ser el cine o las series de televisión. De hecho, este formato es bastante comparable, con la salvedad de que en los videojuegos la parte clave es la participación del jugador y lograr la atención o el interés del mismo, juega un papel crucial en la forma en la que los diferentes géneros buscan ese objetivo.
De esta forma, juegos de acción, aventuras, shooters, títulos de lucha o velocidad... Buscan (y logran) mantener de forma constante la atención del jugador, ofreciendo una trama o bien de una duración bastante limitada (Para poder lograr mantener el interés en todo momento) o bien dándole toda la prioridad al propio sistema de juego, haciendo que la historia, en caso de existir, sea un factor secundario.
Curiosamente, esos juegos "sin historia" y/o "de duración ilimitada" se suelen basar en elementos realmente interesantes: La imaginación del jugador para crear sus propios objetivos o bien la competitividad contra otros jugadores y, si nos ponemos a analizarlo, estos son los juegos que están formando las mayores comunidades en la actualidad.